Supuestamente este día pasaríamos a China desde Oudomxay, después de pedalear 85Km. La etapa no se presentaba dura, alguna subida que otra pero no dignas de mención. Para nuestra sorpresa y una muy buena prueba de fuego para el punto de soldadura de la parrilla de Mantu, la carretera era horrible! El maldito camino, quiere ser una carretera, pero no, es una superficie irregular que tratan de parchear continuamente y como no la asfaltan nunca acaban de formarse mas baches. Al principio como siempre hace gracia, pero después de 60Km, no te saca ni una simple mueca facial. Esta carretera es un claro ejemplo del bloqueo comercial de Laos hacia China.
Todo esto sumado a la polvareda provocada por el tránsito de camiones, apisonadoras, grúas levantando calzada, montones de piedras,… hace menos graciosa todavía la jornada.
Después de una súper bajada y afortunadamente, correctamente asfaltada, hicimos nuestra parada de rigor en un típico badulaque de un pueblecito de Laos. En estos peculiares establecimientos, te puedes encontrar desde una plancha de ropa, peines, gomas para el tirachinas, huevos, champú, todo tipo de refrescos, pilas, noodels, aceite, papel higiénico,… hasta repuestos para la moto. Además en esta ocasión la señora nos dijo que nos preparaba comida. Así que una tortilla francesa con pimientos verdes y un poco de sticky rice acompañado de unos refrescos, fue nuestro aperitivo. Por cierto, no eran pimientos verdes, sino guindillas verdes, con lo que la señora se aseguró una venta de unas cuantas latas mas. Vamos, un badulaque en toda regla.
Los últimos 20Km antes de llegar a la frontera China, fueron una maravilla. Esta carretera, que llega hasta la frontera, está construida por los chinos y se puede decir que una vez que pisas este asfalto, ya estas en China. De hecho, paramos a tomar algo antes de afrontar los últimos kilómetros y todo era Chino, los refrescos, las letras, los dependientes,… Ya comenzamos a saludar en Chino, Ní Háo.
Rápidamente llegamos a la frontera, donde los agentes de Laos, nos comunicaron que la frontera China cierran a las 17:00 y como serían las 18:00, pues nos quedamos a las puertas. Menos mal que a un escaso kilómetro estaba el último pueblo de Laos, Boten. Bueno o eso pensábamos nosotros, que sería Laos, porque sorprendentemente eran todo chinos, incluso se pagaba en Yuanes y con los Kips (moneda Laos) no se aclaraban nada bien.
Luego nos dimos cuenta que era como una mini Las Vegas para los chinos, fuera de China, pero regentado, construido y habitado todo por chinos, donde vienen al casino a jugar, apostar y de putas. Vamos un paraíso para los chinos.
Gracias a esto tuvimos la ocasión de ir practicando Chino, degustando su comida y manejarnos con el dinero. Parecía ser un pequeño previo a lo que nos depararía en China.
En este sitio, había un hotel de lujo, un hotelito, para nuestro gusto un tanto caro y nuestra guest house …
… si, si, si, nuestra guest house era un VIDEOCLUB!! Sorprendentemente en la parte de arriba tenía cuatro habitas, un tanto básicas, pero con tele y DVD.
Al día siguiente después de un gran desayuno Chino (arroz y pollo) que está increíble, pedaleamos 1Km y cruzamos la frontera.
En contra de las previsiones de algún familiar que decía que no nos dejarían pasar a China con las bicis y menos con nuestras pintas… SÍ, ESTAMOS EN CHINA!
Todo cambia en pocos metros, tan solo es salir del cuchitril del puesto fronterizo de Laos y entrar en China cruzando un imponente edificio fronterizo con forma de pez. Ajardinado, muy bien cuidado, silencioso y sobre todo muy minuciosos a la hora de comprobar y sellar el pasaporte.
Damos las gracias a China por sus infraestructuras, ya que nuestras piernas se han ahorrado mucho sufrimiento por la presencia d ese gran invento, el TÚNEL! Al principio eran pequeños y no presentaban mayor complicación, pero cuando te topas con los que son mas largos, de mas de 3 y 4Km, sin iluminación y de estrechos carriles sin arcén, por donde transitan bastantes camiones, la cosa se pone fea. En estos túneles hay que echar mano de los frontales y tratar de cruzarlos lo más rápido posible.
Para darle mayor emoción al asunto, en el túnel de 4Km 700m, Eneko 3-0 Mantu.
Paramos a comer en un pueblecito, era nuestra primera parada oficial para comer en China y flipamos de lo bueno y barato que estaba todo. Reanudamos pronto la marcha pues la etapa era larguita, de unos 126Km y con subidas ya que esta parte de China es muy montañosa. Es por ello que el paisaje nos deleita con unas estupendas vistas desde lo alto de los puertos.
Por cierto, otro gran invento, el PUENTE. Gracias a él, hemos podido pasar de valle a valle sin tener que subir.
Una vez atardeciendo y sin tener ningún sitio donde dormir, nos desviamos a un pequeño pueblo para probar suerte. Al tratar de preguntar en Chino, con nuestro pequeño diccionario currado por un malagueño (gracias Antonio), esta es la estampa típica…
… prácticamente estaría todo el pueblo rodeando a Eneko, curiosos por ver la libretita y que es lo que preguntábamos. Aquí en China, olvídate de Inglés, con lo que hay que apañárselas para hacerte entender. Afortunadamente y tras un rato comprendieron nuestras necesidades y nos mandaron a 7Km donde cenamos, duchamos y dormimos muy bien y barato.
Resumen de etapa: Llegada a China, montañas, túneles y puentes, frontal, buena comida, barato, 146Km y pinchazo
Al habernos hecho tantos kilómetros, la etapa de hoy ha sido bastante corta y no muy pronunciada. Hemos dejado de lado los túneles y puentes para tomar una carretera secundaria, donde no se avanza tan rápido, pero se conoce una China mas rural.
Nos hemos encontrado de nuevo con el Mekong, que lo abandonamos en Luang Prabang. Ciclando a su lado hemos cruzado pequeñas aldeas, plantaciones inmensas de plátano y otras de piña. En una de estas últimas plantaciones no hemos podido resistirnos a ese pequeño puesto donde te las partían recién cogidas de la mata.
Para la hora de comer ya estábamos en destino, Jinhong. La entrada ha sido un poco desastrosa por las obras de acceso a la ciudad, a la cual hemos llegado con unas pintas un tanto guarras. La ciudad nos ha sorprendido. Sabíamos que sería grande, pero no tanto. Un alarde mas del gigante Asiático nos ha impactado. Nos encontramos en un sitio turístico, y sorprendentemente, de lo bien que se come, no estamos buscando PIZZA!! Aunque si casualmente nos cruzamos con alguna…
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