domingo, 8 de agosto de 2010

01 Introduxión

Antes de empezar el proyecto, “Siguiendo el Mekong”, estuvimos casi un mes por Tailandia en plan vacatas, de playitas, templos, buceos, banana shakes a discreción,… para ir adaptándonos al calor y humedad (como escusa no está nada mal no?).
Mantu fue con su novia, María y como Eneko también había decidido visitar Tailandia, ambos coincidimos allí unos días. Fuimos a visitar a aquella familia de la que Mantu guarda tan grato recuerdo, pues les había dicho hacía un par de años que cuando tuviera novia, si volvía por Tailandia les haría una visita. De modo que allí fuimos los 3 a aquel maravilloso lugar. Aunque no era como lo recordaba, la experiencia volvió a merecer la pena, pero aquel encanto se había perdido. La finca por así decirlo estaba como vallada, el tipo ahora tenía una moto y para colmo la pareja se había separado. La mujer se había ido a Laos y el marido se quedó con los niños y sus padres en este sitio. De modo que no les dijimos nada de quienes éramos, ni por qué estábamos allí, ya que no se acordaban de Mantu. Eso si los niños seguían igual de majos aunque un poco mas crecidos.



Eneko guarda un regalito de esta visita, una cicatriz en la bola derecha guapa, pues se calló con la moto en una de las subidas por un sendero embarrado, y se quemó con el tubo de escape. Como se separó de nosotros al día siguiente para ir a ver los templos de Angkor Wat en Camboya, Mantu no se enteró hasta una semana después que había estado en el hospital y todo de la infección que había tenido (no se alarmen sus Aitas que no tiene nada, está muy bien y con un tattoo natural).
Y Mantu por otra parte, con la txabala por playitas y buceos increíbles, viendo tiburones, andando en piragua y atención otra vez PEGANDOSE LA LECHE EN QUAD!!! En el mismo sitio en Koh Tao!! Y otra vez a pagar una pasta por su pasaporte!! En fin parece que este chico nunca aprende (ya me lo digo yo ama, no te preocupes).

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