sábado, 9 de octubre de 2010

25 Unas lagrimas

Tal y como habían dado en la precisión del tiempo, ha amanecido soleado, pero con un frío de espanto. De echo, me he tenido que poner las mallas. Nuevamente he salido tarde y por cierto, con una cámara de fotos menos. La réflex guapa, ha petado, no se porqué, no se enciende. Se ha hecho tarde porque los piñones no cambiaban, se quedaba el cable pillado. Que bajón, ni un día me dan de tregua, si no es pinchazo es esto. Total que no veía por ningún lado el problema, así que desmontar la carcasa de los cambios y tampoco ver nada raro. Fijándome un poco he descubierto que el cable estaba doblado y ofrecía resistencia, de modo que afortunadamente, con un poco de maña y aceite, todo solucionado. Por lo menos les he amenizado la mañana a los guiris chinos que andaban visitando la ciudad.



El solcito, pronto se ha quitado, ya que desde que he abandonado Lijian, no he parado de subir y a esta altura, a nada que subes te encuentras con las nubes, niebla y un frío que pela.


Suerte que cuando coges mas altura, te pones por encima de las nubes y el solcito pega de lo lindo y te sobra todo!



La carretera la verdad es que estupenda y eso que en el mapa la marcaba como en plan malilla. Al de unos kilómetros, cuando he llegado a un peaje ya lo he entendido todo. Me han clavado 20 eurapios! Me han jodido el presupuesto del día, pero la verdad, harto de tanta empozada, pagaría eso y mas por una carretera como esta.


Me recordaba al anuncio de “te gusta conducir?”, lo único que sin un BMW y subiendo un puerto con la bici, no mola tanto.



La carretera te lleva por el parque natural del “Snow Mountain”, ese de 5.596m y pasas por sus faldas. Se ve todo el rato el glaciar, bueno el final, porque todo el rato está la cima con nubes y no he podido sacar una foto en condiciones. Cuando coronas el primer puerto, empiezas a bajar un poco y te encuentras con un paisaje que te pone los pelos de punta. Aparece de repente una serie de pozas de agua azul turquesa preciosas. Se trata del agua que viene del glaciar y deja una estampa espectacular.



Unos guiris se ofrecieron a sacarme una foto, así que aproveché la ocasión para aparecer con bici y cuerpo completo.



Nuevamente tocaba subida, pero esta vez se acabó el chollo y empezó la carretera Osmosno. Afortunadamente, el buen tiempo y las increíbles vistas me amenizaban la dura ascensión para terminar a unos 3. 700m!



Mientras subía lo que iba a ser el último tramo, el hambre empezó a hacer presencia. Eran las 13:00 y no había comido nada desde las 7:30 y para colmo, por el camino no había habido ninguna posibilidad de avituallamiento y ni me había llevado nada por si acaso. Llegué a una desviación donde me marcaba Daju 32Km, que era el sitio donde quería llegar. Hasta Daju, no habría nada de nada para comer, con lo que me temí lo peor, pero sorprendentemente, al tomar la desviación vi como los 32Km iban a ser de bajada!


A demás, las vistas eran increíbles, se veía todo un valle precioso rodeado de unas imponentes montañas, con el aspecto típico de estas latitudes y a estas alturas. Masas rocosas sin apenas vegetación y con las cumbres nevadas.



El río que se ve abajo, es el Yangtze, conocido como “Río amarillo”, que nace también en el Himalaya y atraviesa toda China para desembocar en Shangai. Este río es el que creó hace millones de años la famosa Tiger Leaping Gorge, garganta a la que me dirigía.


Esta estampa tan bonita, que me recordaba a la idea que tenía concebida de lo que eran los Himalayas, por los documentales de “La 2” y reportajes de “Al Filo de lo Imposible”, hizo que se me encogiera el pecho. Por fin estaba allí, en el “Pre-Himalaya”, está costando, pero se ve cerca la meta.


El caso es que, no se si por que llevaba una semana mojándome, teniéndome que dar la vuelta por el estado de la carretera, pasando frío, pinchando cada dos por tres y con problemas en la bici, solo, … Y verme allí, bajando 32Km, con sol, carretera buena y esa majestuosidad de vistas,… se me salían las lágrimas de la emoción. Jamás me había pasado esto, una emoción enorme me embargó y me deje llevar, cuesta abajo y como una magdalena. Me ha encantado esta sensación y ahora comprendo a los alpinistas cuando hablan de la emoción de coronar un pico, la magia del entorno, lo filósofos que se vuelven,… En una escala de proeza menor, a mi creo que hoy me ha pasado lo mismo, no quiero pensar cuando llegue a Zaduo, último pueblo de la carretera mas cercana al Mekong, la llorera que me pegaré!


A escasos kilómetros de llegar al pueblo, me encuentro con una pareja en bici!!! Pobres, les tocaba una subida guapa! Dos Suecos, que llevaban 13 meses en la bici y que se venían desde Suecia! No me quiero imaginar cómo tendrán el culo! A los tres nos ha hecho una ilusión del copón y nos hemos quedado charlando un poquito. Me ha sido provechoso este encuentro, pues me han dicho una ruta alternativa a la que me planteaba y que está muy bien (pues la que tenía pensada debía estar impracticable).



El caso es que esos 32Km de bajada han hecho que llegue muy pronto al Daju, con lo que había animado a hacer la garganta esta misma tarde. Al parar en una casa de una familia encantadora, que tenían una especie de alojamiento muy familiar, me ha maravillado tanto la tranquilidad y belleza del sitio, que he decidido quedarme.



Me han preparado unas patatas con cebolla, todo de su huerta me decía el hombre y un arroz con jamón de sus cerdos, que estaba que te cagas! Si jamón! Como el jamón Serrano, pero este jamón Cordillero, por eso del Himalaya. Bueno creo que esta chorrada solo la entenderá Ikeitz y su humor negro, pero la tenía que poner. Tranki que ya me he tirado el estuche y BUUUUUHHH! Jejeje


Increíble documento, me he comido una granada! Deben de ser buenas para el dolor de cabeza del mal de altura, así que me he trincado una y hasta me ha flipado!
















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